“ No quiero estas barreras, las tuve toda mi maldita vida ”, exclama Erica Barry , el personaje que Diane Keaton interpretó en la taquillera película Alguien tiene que ceder . Y en esa línea de ficción hay algo de confesión, de espejo .
Durante toda su vida, y ante cada consulta de la prensa, la actriz repitió una y otra vez que, al igual que su personaje, en su vida personal levantó muros , buscó independencia y se resistió a un mandato que parecía inevitable: casarse .
Diane nunca quiso ser la esposa de nadie ni una madre demasiado joven. De hecho, tardó décadas en sentirse lista para la maternidad. Cuando lo hizo, fue por decisión propia: tenía 50 años cuando adoptó a su hija Dexter y 55 cuando su hijo Duke llegó a su vida. “La maternidad me cambió para siempre,