Demostrada una vez más la lógica del proceso hasta físico de la dialéctica, una vez que el gobierno de Milei cayó hasta la desconsideración de sus propios periodistas partisanos el lunes pasado, con el cadáver político de Espert aún fresco, mientras transmitían en vivo el acto en el Movistar Arena con cara de espanto, al día siguiente comenzó el péndulo a oscilar en dirección opuesta, impulsado por el estiramiento contrario producido por la acumulación que ya venía del escándalo por la denuncia del 3% para Karina Milei con fondos de discapacitados, la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, más la persistencia del dólar en alza y consumo en baja. Ya era demasiado dar por terminado el gobierno de Javier Milei el 27 de octubre.
Quizá también que en el acto del Movistar Arena se p