Para filmar las entrevistas incluidas en Rockstar: Duki desde el fin del mundo, Mauro Ezequiel Lombardo eligió la casa ubicada en el número 247 de la calle Antezana, en el barrio porteño de Caballito.

Allí, en “la Mansión” y junto a Neo Pistea e Ysy A, el mayor representante del trap argentino construyó buena parte de la mística que lo llevó a convertirse en una figura central de la música argentina e iberoamericana del último lustro.

En esa casa, hoy convertida en santuario y motivo de peregrinación para los fans del género nacido en Atlanta, Estados Unidos, y absorbido en el país hace aproximadamente una década, se gestaron algunos cruces y sucesos que terminarían impactando en la vida de millones de adolescentes (y no tanto).

No obstante, la presencia de Duki en el lugar de los hecho

See Full Page