A favor: Ninguna Barbie aburrida

Germán Arrascaeta

Correr límites está bien. Resulta que algunos analistas pusieron el grito en el cielo porque Taylor Swift compuso un tema, Wood, sobre la imparable virilidad de su prometido, el jugador de fútbol americano Travis Kelce.

Bueno, virilidad. Podríamos decir “pene” y seríamos más precisos.

Lo cierto es que la popstar estadounidense se desentiende de su audiencia teen para exponer en el papel (y luego cantar sobre desarrollo funky) cómo le afecta físicamente la plenitud emocional que consiguió con este ala cerrada muy popular en la NFL. Con picardía, canta de muslos abiertos, de un miembro duro como una roca; e incluso alude al título del pódcast de su novio (New Heights, que en español significa Nuevas alturas) para aproximarse a la elevaci

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