
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , ha aprovechado la Fiesta Nacional del 12 de octubre para lanzar un mensaje de «orgullo por España» en sus redes sociales, al mismo tiempo que mantiene sus pactos con los partidos independentistas que tienen como objetivo la destrucción de la unidad nacional. «Orgullo de nuestro país, de su gente, de su solidaridad y diversidad, de su riqueza cultural y su patrimonio natural. Orgullo de España. ¡Feliz Fiesta Nacional! », ha escrito Sánchez en sus redes sociales junto a un video institucional.
En el video publicado, el inquilino de La Moncloa se ha deshecho en elogios hacia España y ha asegurado sonriente que siente « orgullo de ser español, orgullo de una cultura y de una diversidad que nos hace especiales. Orgullo de ser uno de los países referente en servicios públicos y que se moviliza por los derechos sociales y las causas justas».
El presidente ha continuado con su retórica patriótica afirmando sentir « orgullo de un país con memoria pero sobre todo con futuro » y concluyendo que «España es la suma de las grandes y las pequeñas cosas. Por todo lo que somos ¡Feliz Fiesta Nacional!».
Las palabras de Sánchez chocan frontalmente con la realidad de los hechos. El mismo presidente que proclama su «orgullo por España» es quien ha entregado las llaves del Gobierno a los partidos independentistas catalanes y vascos que trabajaban abiertamente para romper la nación. Además, en un alarde de indiferencia hacia los casos judiciales que acosan a su entorno familiar y partidista, el jefe del Ejecutivo aparece en el video sonriente y paseando por los jardines de La Moncloa mientras le alternan imágenes sobre los hitos culturales más destacados de España.
Un detalle a destacar es que, en el video donde Sánchez felicita la Fiesta Nacional a todos los españoles, su equipo ha incluido imágenes de manifestaciones de izquierdas a favor de Palestina y contra Israel. « No es una guerra es un genocidio », se puede leer en uno de los carteles que figuran en el montaje de Moncloa.
Cabe recordar que Sánchez mantiene su permanencia en Moncloa gracias a los votos de ERC, Junts y Bildu , formaciones que no ocultan su objetivo de destruir España tal y como la conocemos. A cambio de su apoyo parlamentario, el presidente ha ido cediendo en prácticamente todas sus exigencias: desde la amnistía para los golpistas catalanes hasta privilegios fiscales que rompen la igualdad entre los españoles.