Se le llama así en el argot popular, a quien se presenta ante el colectivo, aspirando el respaldo del jurado o el apoyo popular.

Siendo un tema muy amplio, me limitaré solo a tres áreas específicas: concursos de belleza, mercadeo comercial y la fórmula más conocida, el político que anhela gobernar.

En los certámenes de belleza, los equipos de trabajo de las miss o los místeres, integran: especialistas en estética, oratoria y de cultura general, para tratar de convencer al jurado o al público, si fuera el caso.

En el ámbito comercial, el productor o el consorcio, recurren a la propaganda, a través de los medios de comunicación: prensa escrita, radio, TV y, ahora, las poderosísimas redes sociales, para influir en el consumidor bajo el argumento de ofrecer el mejor precio, sabor y calidad.

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