La Audiencia Provincial de Madrid ha iniciado este lunes uno de los juicios más esperados del panorama mediático español: el proceso judicial que enfrenta a la colaboradora de televisión Belén Esteban con su exrepresentante y antiguo amigo personal, Toño Sanchís . El motivo: una presunta apropiación indebida de 388.868 euros durante los años en que ambos mantuvieron una relación laboral, entre 2009 y 2015.

La Fiscalía solicita una pena de tres años y medio de prisión para Sanchís, además de una indemnización de 339.549 euros a favor de la sociedad Bem Imaging S.L. , administrada por Esteban. Según el Ministerio Público, Sanchís aplicó comisiones superiores al 20% pactado contractualmente , manipulando facturas y apropiándose de cantidades no autorizadas.

Llegada tensa al juzgado

A las 10:00 de la mañana , ambos protagonistas llegaron a los juzgados de Plaza de Castilla en Madrid. Toño Sanchís , visiblemente relajado, accedió al edificio con una sonrisa y saludó a los medios. En contraste, Belén Esteban se mostró seria y reservada, acompañada por su marido, Miguel Marcos , quien se ha convertido en su principal apoyo en este proceso judicial.

Un contrato marcado por la desconfianza

De acuerdo con el escrito de acusación, en mayo de 2009 Belén Esteban firmó un contrato con la Agencia de Servicios Lorant S.L. , de la que Sanchís era socio al 50% , para la representación exclusiva de su imagen a través de su empresa. Este acuerdo establecía una comisión del 20% sobre el importe bruto percibido por los trabajos de Esteban.

Sin embargo, la Fiscalía sostiene que Sanchís utilizó la confianza que existía entre ambos para aumentar las comisiones y retener pagos que debían ser transferidos a Esteban. El resultado, según la acusación, fue un ilícito enriquecimiento patrimonial que alcanzó los 362.248 euros más IVA .

Un conflicto que viene de lejos

La relación profesional entre ambos se rompió en diciembre de 2015 , cuando Esteban detectó irregularidades contables y decidió llevar el caso ante los tribunales. En 2017, una sentencia civil estimó la demanda y condenó a la agencia de Sanchís a pagar 388.868 euros . Sin embargo, el pago nunca se completó. Hasta la fecha, solo se han recuperado 49.318 euros en efectivo y una vivienda en Villanueva del Pardillo , gravada con una hipoteca de más de 200.000 euros .

Ahora, con la empresa de Sanchís en concurso de acreedores y extinguida desde 2020 , la Fiscalía reclama que sea el propio Sanchís quien asuma la deuda restante , ya que no se ha ejecutado la totalidad de la indemnización fijada judicialmente.

Belén Esteban, firme en su reclamación

En recientes declaraciones televisivas, Belén Esteban ha sido tajante : “Este hombre no se va de este mundo sin devolverme lo que es mío” . Según explicó en Canal Quickie , espera que el tribunal valore su insistencia: “Me debe más de 400.000 euros entre deuda, costas y abogados. Llevo años peleando por esto” .

La defensa de Sanchís, por su parte, no ha realizado declaraciones públicas hasta el momento. No obstante, su entorno sostiene que Sanchís no dispone de liquidez y que la ejecución civil ya supuso un daño económico significativo.

Un juicio mediático y simbólico

Este juicio no solo dirimirá un conflicto económico. También representa el fin de una relación personal y profesional que fue durante años una de las más visibles en el mundo del corazón. Ambos compartieron platós, éxitos televisivos y una amistad que acabó rota por la desconfianza y las acusaciones de traición .

El juicio continuará en los próximos días y se espera que la sentencia se dicte antes de final de año . Mientras tanto, Belén Esteban sigue al frente de su nuevo programa televisivo , y asegura que no descansará hasta ver resarcido el daño que, según ella, le ha causado su antiguo representante .