El cierre prolongado del gobierno federal de Estados Unidos ha entrado en su tercera semana, y las pequeñas empresas en distritos como Washington están enfrentando una dura realidad económica. La parálisis ha generado una escasez de nuevos préstamos de la Administración de Pequeños Negocios (SBA), ha ralentizado los pagos y contratos federales, y ha provocado demoras en permisos y certificaciones que afectan directamente a los sectores de la construcción y la vivienda.

Préstamos congelados y el freno a la inversión

El golpe más inmediato a los pequeños negocios se sintió a través de la SBA. Durante el cierre de fondos, la SBA detiene las aprobaciones de nuevos préstamos 7(a) y 504. Esta medida congela una fuente vital de capital de trabajo y financiamiento para la expansión de empleadore

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