
La Roja pisa el césped de Valladolid con el pulso firme y la mirada puesta en la historia . En este mismo escenario, donde ha celebrado cuatro victorias consecutivas como local , los hombres de Luis de la Fuente podrían igualar la gesta de la España de Vicente del Bosque , aquella que entre 2010 y 2013 enlazó 29 encuentros oficiales sin conocer la derrota .
De lograrlo, el combinado español alcanzaría una marca legendaria y, además, daría un paso casi definitivo hacia la clasificación matemática para el Mundial 2026 , certamen que se disputará el próximo verano en el continente americano. Incluso, esta situación abriría la puerta a disputar la ‘Finalissima’ contra Argentina , un atractivo duelo entre los campeones de Europa y Sudamérica.
El camino clasificatorio está siendo impecable: tres victorias en tres partidos , una media superior a tres goles por encuentro y un muro defensivo que mantiene la portería imbatida . El guardameta Unai Simón , apenas exigido, refleja el orden y la solidez de una selección que combina juventud, talento y equilibrio.
Sin embargo, no todo es calma en la concentración. Las lesiones vuelven a golpear al vestuario. Dani Olmo abandonó la convocatoria en la previa ante Georgia, y ahora lo ha hecho Ferran Torres , titular en Elche, aquejado de una sobrecarga. A estas ausencias se suman las ya conocidas de Lamine Yamal, Nico Williams, Rodri Hernández, Fabián Ruiz, Fermín López, Dani Carvajal o Gavi . Un panorama complejo que, pese a todo, no ha menguado la convicción del grupo.
“Tenemos un fondo de armario extraordinario”, repite De la Fuente, convencido de que cada baja abre una oportunidad. Yéremi Pino , Jorge de Frutos o Jesús Rodríguez aspiran a suplir al ‘Tiburón’ Torres, mientras que Mikel Oyarzabal , en su momento más dulce, continúa erigiéndose como el faro ofensivo. El delantero realista suma cinco goles y cinco asistencias en sus últimas apariciones, una cifra que lo consolida como pieza esencial en la estructura del técnico riojano.
En la retaguardia, podrían producirse rotaciones masivas : Grimaldo , Marcos Llorente , Aymeric Laporte y Dani Vivian aguardan su turno, al tiempo que en el centro del campo el míster valora dar descanso a Pedri y Merino para dar minutos a Aleix García , Pablo Barrios o Martín Zubimendi , el único mediocentro posicional puro de la lista. Álex Baena también apunta a protagonismo, quizá actuando como interior o enganche.
El rival, Bulgaria , atraviesa una crisis deportiva sin precedentes . El conjunto dirigido por Alexander Dimitrov es colista sin puntos, con un solo gol a favor y once en contra . En la primera jornada, España lo desmanteló en Sofía (0-3) con goles de Oyarzabal, Cucurella y Merino . A lo largo de la historia, el balance es abrumador: cinco triunfos y un empate en seis enfrentamientos, incluyendo aquel 13-0 de 1933 , la mayor goleada en la historia de la selección.
La lógica y la estadística se tiñen de rojo. Todo apunta a una noche de reivindicación y récord , con el José Zorrilla lleno hasta la bandera y una afición consciente de que está ante una nueva página dorada del fútbol español.
De la Fuente lo tiene claro: “No hay partidos de compromiso. Representar a España exige ganar siempre”. Con esa consigna, el técnico y su plantilla quieren perpetuar una cultura de excelencia basada en el talento, la disciplina y la ambición .
Este España–Bulgaria no es solo un trámite clasificatorio. Es un examen de madurez para una generación que ha recuperado el orgullo, la eficacia y la sonrisa. Y si la noche termina como dicta la lógica, Valladolid será testigo de cómo la Roja vuelve a mirar al pasado con respeto… y al futuro con hambre de eternidad.