En la reunión de ministros de defensa de la OTAN este miércoles en Bruselas se va a discutir las nuevas necesidades de defensa ante las violaciones de espacio aéreo por parte de Rusia y el apoyo militar a Ucrania
La primera reunión para lanzar el muro de drones frente a Rusia evidencia la incapacidad de Europa para defenderse
Nadie puede decir que España sea un problema para la OTAN. Es la opinión que se defiende en círculos diplomáticos tras las palabras del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuando sugirió expulsar a España de la OTAN por negarse a subir al 5% del PIB el gasto en defensa. Aunque sí que se admite que el presidente de EEUU ha vuelto a poner en la diana al Gobierno español ante la reunión de ministros de Defensa de la OTAN que tendrá lugar este miércoles en Bruselas, aunque la situación se haya relajado un poco este lunes entre Trump y Sánchez. En esta reunión se van a discutir las nuevas necesidades de defensa ante las violaciones de espacio aéreo de Rusia y el apoyo militar a Ucrania.
Aunque la ministra de Defensa, Margarita Robles, junto a otros miembros del gabinete de Pedro Sánchez, trataron de cerrar la polémica asegurando que España es un socio “fiable, responsable y comprometido” de la OTAN, la realidad es que las palabras de Trump siguen retumbando en los pasillos de la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas. Todo ello a pesar de que no hay en los estatutos de la OTAN mecanismo de expulsión, solo se recoge en el artículo 13 el abandono voluntario cuando hayan pasado al menos 20 años de pertenencia a la organización de defensa.
De que la polémica tiene más pinta de opereta de Trump que de otra cosa queda patente cuando el presidente de EEUU ha buscado tras la firma de la paz en Gaza a Pedro Sánchez para increparle: “España, ¿dónde está España? ¿Estáis trabajando sobre el tema del PIB? Nos acercaremos, nos acercaremos, pero estáis haciendo un fantástico trabajo”.
Fuentes diplomáticas admiten que la posición del Gobierno de España de negarse a incrementar hasta el 5% del PIB el gasto de defensa lo colocan como una fácil diana para los ataques de Trump, pero se insiste en que la credibilidad de España en la organización atlántica está fuera de duda.
España se ha comprometido a alcanzar unos objetivos de capacidad militar subiendo el gasto en defensa hasta el 2,1% del PIB. El presidente del Gobierno intercambio cartas con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, en el que aseguraba que España podría cumplir con esos compromisos sin tener que subir al 5% del PIB en gasto militar. Rutte le contestó que “la OTAN está absolutamente convencida de que España tendrá que gastar el 3,5% en conjunto” para conseguir los objetivos. Ahora el Gobierno de España tiene margen hasta 2029 para cumplir con las necesidades de capacidad defensiva con las que se ha comprometido con la OTAN ya que ese año hay previsto un mecanismo de supervisión con la primera evaluación.
Como prueba de ese compromiso, en el Gobierno español recuerdan las misiones de España que tiene desplegadas tropas en varios puntos de Europa. Desde la misión de policía aérea del Báltico, desplegada desde 2004 en la que ahora hay 8 eurofighters, a una batería antiaérea en Letonia, otro sistema de defensa aéreo de Patriots en Turquía y un destacamento con un radar en Rumanía, con más de 1.700 tropas desplegadas en esas misiones.
En la reunión de ministros de defensa de la OTAN del miércoles se pretende dar una imagen e cohesión frente a las violaciones del espacio aéreo que ha realizado Rusia en las últimas semanas. “No debemos subestimar la amenaza de Rusia, pero tampoco debemos sobrestimar las capacidades de Rusia. Si bien Rusia no es tan fuerte como pretende, sigue siendo profundamente peligrosa, y por eso es absolutamente esencial que nos aseguramos de estar preparados”, ha señalado este lunes Rutte en la 71ª Sesión Anual de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN en Liubliana.
En este encuentro se va a tratar de dar los primeros pasos para diseñar una estrategia de defensa colectiva con especial énfasis en las nuevas capacidades necesarias de defensa antiaerea y antimisiles que responda a la nueva amenaza de los drones.
Ahora bien, frente a posiciones más duras como las del Gobierno polaco que han insistido en disparar a aviones rusos si se viola su espacio aéreo, en la OTAN se descartan cambios de doctrina en los protocolos de actuación. Fuentes diplomáticas señalan que la OTAN va a seguir manteniendo su carácter defensivo y se va a diseñar un esquema de protección antidrones acorde con el papel de seguridad compartida de la Alianza. Otra cosa es el derribo de drones. En este caso hay práctica unanimidad entre los países de la OTAN en que no hay problemas en derribarlos como ocurrió con el incidente de Polonia.
También se espera que los ministros de Defensa renueven un apoyo a Ucrania frente a Rusia. En este sentido, aunque se reconoce el papel irremplazable de la OTAN como organización defensiva, es la Unión Europea la institución que tiene mayor margen de maniobra, aunque se espera que la alianza militar sirva para suministrar conocimientos técnicos y tecnología para avanzar en las capacidades defensivas.