
Estás buscando unas llaves entre un montón de objetos repartidos encima de una mesa cuando, de repente, algo brilla. Tu cerebro primero identifica lo general , como el color metálico que destaca sobre el resto de cosas, y después pasa a enfocarse en los detalles más concretos, como la forma exacta de la llave. Este es el proceso que realiza nuestro cerebro, según un estudio reciente publicado en la revista Journal of Neurosciene .
La investigación, realizada por científicos de la Universidad de Davis (California), revela que nuestra atención funciona de manera jerárquica : primero se centra en características generales de un objeto (como el movimiento o el color), y luego en aspectos más concretos (como “arriba o abajo” o “azul o verde”). Es como una cámara que enfoca el plano general antes de hacer zoom en un detalle específico.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigadores trabajó con 25 participantes de entre 19 y 39 años, y utilizó tanto electroencefalogramas (EEG) como técnicas de machine learning . En concreto, estudiaron lo que se conoce como “atención anticipatoria” , es decir, la capacidad que tiene el cerebro humano de prepararse antes de que aparezca un estímulo.
Los participantes estuvieron sentados frente a una pantalla en blanco y los investigadores les indicaron qué tenían que buscar: un punto azul o verde, o un punto que se moviera hacia arriba o abajo. El cronómetro comenzaba cuando se daba la instrucción y se detenía al aparecer el punto en la pantalla.
De esta manera, el equipo de investigación midió el tiempo que tardaba el cerebro en prepararse para prestar atención a estos estímulos. Los resultados mostraron que el cerebro registraba las características generales en unos 240 milisegundos , mientras que los detalles específicos tardaban cerca de 400 milisegundos en llegar hasta nuestra mente.
Las implicaciones del estudio
“Nuestro estudio nos dice que nuestros cerebros primero se preparan para enfocar la atención activando neuronas que representan la categoría amplia del objeto anticipado y luego agudizan rápidamente ese enfoque. Es como un piloto que vuela hacia Europa y, al final, enfoca su atención en Rotterdam y no en Berlín”, explicó George R. Mangun, profesor de psicología y neurología y coautor del estudio.
Además de explicar cómo funciona nuestra percepción, este hallazgo podría tener implicaciones clínicas, ayudando a detectar y tratar trastornos donde la atención se ve afectada, como el TDAH o el autismo . “Comprender más sobre cómo el cerebro enfoca su atención nos diría qué partes del sistema no están funcionando correctamente y podrían conducir a diferentes síntomas perceptuales o conductuales en el futuro y, por lo tanto, a diferentes enfoques de tratamiento”, señaló Mangun.