Tengo cuarenta años y, como si todos fueran poetas malditos, en mi familia se murieron jóvenes. De golpe me di cuenta de que no sé qué es envejecer. No vi a nadie de mi familia pasar por esa transición. Las únicas personas viejas que conocí fueron mis abuelos, pero para mí ellos habían nacido viejos, habían sido así siempre. Volvíamos en barco de Montevideo con Nati, Fede y Coni . Habíamos ido a ver lugares para llevar la obra. Esa ciudad y Roma son mis preferidas en el mundo. Miraba por la ventana como nos alejábamos de Montevideo y pensaba que es color sepia, es remembranza, la nostalgia del tiempo pasado. Montevideo es una ciudad vieja, potente y hermosa. Me di cuenta que esas dos ciudades tienen que ver con mis abuelas. María era italiana y Elda siempre quiso irse a vivir a Urugu
¿Qué es esa cosa de ser vieja?

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