El precedente de Francia. Epítome de lo que ocurre en el resto de Europa: un cambio sociológico. Un vuelco político. Para la cúpula del Partido Popular, el auge de las fuerzas de extrema derecha en países occidentales se debe –en buena medida– a la gestión de la inmigración. O, mejor dicho, a la no gestión. Los guetos a las afueras de París. El barrio de Molenbeek en Bruselas. En Cataluña, la llegada de personas en situación ilegal Los sondeos son concluyentes: la alcaldesa de Ripoll recibe el apoyo hasta de electores que no se consideran independentistas. El trasvase también proviene de la izquierda.
Para la mayoría de la dirigencia del PP, la inmigración es el gran debate de nuestra era. El objetivo es evitar un desenlace parecido al Partido Republicano Francés, arrasado por el Frente N