Escuchar el sonido de la voz materna , incluso cuando se transmite mediante una grabación, puede influir en el desarrollo cerebral de los bebés prematuros hospitalizados.
Un estudio liderado por investigadores de Stanford Medicine demostró que la exposición regular a la voz de la madre favorece la maduración de las vías cerebrales asociadas al lenguaje en estos recién nacidos.
La investigación, publicada en Frontiers in Human Neuroscience , se centró en 46 bebés prematuros nacidos con más de ocho semanas de antelación y hospitalizados en centros afiliados a Stanford Medicine en Estados Unidos .
El equipo de expertas en pediatría diseñó una intervención sencilla: grabaron a las madres leyendo un capítulo del Oso Paddington en su idioma nativo y reprodujeron esta