Tardó 20 años y medio.
Pero ayer Andrés Manuel López Obrador cumplió su venganza contra los poderes Judicial y Legislativo.
Entre las patas se lleva a la ciudadanía, a la cual vuelve indefensa ante el gobierno, pero sobre todo al Estado de Derecho.
Estas son consideraciones.
Mejor entremos a los datos:
Como jefe de Gobierno del Distrito Federal, por violar un amparo de los propietarios del predio El Encino, en Cuajimalpa, enfrentó a la justicia.
Fue desaforado el 7 de abril de 2005, hecho interpretado por él y su grey, como un obstáculo del presidente Vicente Fox para impedirle llegar a Palacio Nacional.
Rencoroso desde su infancia, Andrés Manuel empezó a rumiar la vindicación y durante años y años tramó el desquite hasta avizorar la titularidad del Poder Ejecutivo.
La tuvo a la vi