Joan Laporta, presidente del FC Barcelona y Nassr Al Khelaïfi, su homónimo en el PSG, protagonizaron un amistoso acuerdo esta pasada semana. Un encuentro en el que se les pudo ver incluso abrazarse en tono de máxima cordialidad. El entorno no era otro que, prácticamente, la sentencia de muerte del proyecto Superliga: la convención de la European Football Clubs (antigua ECA), organización que el empresario catarí preside y a la que volvía el FC Barcelona en ese encuentro.

Allí, Al Khelaifi aseguró que la Superliga, proyecto abanderado por el Real Madrid y que el Barça llegó a apoyar en el pasado, "estaba muerta antes de su inicio". Con menos apoyos que nunca, ese proyecto de fútbol europeo en la máxima élite, que algunos consideraron una escisión sólo para ricos, parece destinado a termi

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