Finalmente, en la tarde de este jueves, la maniobra dilatoria de Martín Menem llegó a su fin y el presidente de la Cámara de Diputados envió al Senado el proyecto que limita estrictamente la capacidad de los Presidentes de dictar decretos de necesidad y urgencia (DNU) . De todos modos, el riojano habría logrado su cometido, que era el de evitar una sesión caliente en la Cámara alta y con probable resultado negativo para el Gobierno en los días previos a las elecciones del próximo 26 de octubre.
La Cámara de Diputados aprobó la semana pasada el proyecto, y debido a que uno de sus artículos fue rechazado, el texto debía volver al Senado para que insista con la redacción original o acepte los cambios. Ese paso se demoró hasta esta tarde, lo que provocó en los últimos días las quejas de