El exdiputado Joaquín Lavín León se encuentra en el centro de un escándalo que ha sacudido el Congreso chileno. A pesar de haber sido apodado "flojo" por su baja participación, una investigación de la fiscalía ha revelado que su tiempo estaba ocupado en actividades ilícitas. Según el Ministerio Público, Lavín León utilizó recursos públicos para financiar campañas de la Unión Demócrata Independiente (UDI). Documentos judiciales y declaraciones policiales indican que el exparlamentario defraudó al Estado en más de 104 millones de pesos. La acusación más grave se relaciona con SocialTazk, una plataforma digital creada en 2018 para gestionar bases de datos y enviar mensajes de texto masivos con fines políticos. Lavín León contrató a quien desarrolló esta aplicación como asesor legislativo y luego presentó los gastos como si fueran parte de su labor en el Congreso. La investigación señala que Lavín ofreció la plataforma a más de 70 candidatos de la UDI, permitiéndoles enviar mensajes de campaña sin costo alguno. Sin embargo, se sospecha que la información utilizada podría haber sido obtenida de manera ilícita por empleados públicos. El diputado Jorge Alessandri Vergara, correligionario de Lavín, confirmó que se reunió con él en 2018 para conocer más sobre su trabajo. "Por supuesto que una de las personas con las que me entrevisté era el más votado en ese momento en el Congreso, que era el diputado Lavín León", declaró Alessandri. A pesar de que inicialmente encontró útil la plataforma, su equipo decidió cancelar el servicio tras unos meses. La situación de Lavín León ha generado un gran revuelo en el ámbito político, y su futuro se encuentra en la cuerda floja tras estas revelaciones. La fiscalía continúa investigando el caso, y se espera que se tomen decisiones importantes en los próximos días. La situación pone de relieve la necesidad de una mayor transparencia en el uso de recursos públicos por parte de los funcionarios del Estado.