La anciana tenía un suéter turquesa y el pelo corto y platinado, bajo control del spray. Estaba siendo esposada por un policía en Nueva York. La señora octogenaria no se resistía en absoluto, pero dijo:
--No logro entender. ¿Puedo saber qué hice?
--Usted le ha dado like a un comentario en contra del presidente de los Estados Unidos, señora-- le contestó el policía antes de subirla al patrullero.
--Ah --dijo rendida la anciana, con la sabiduría de quien solo discute con quien tiene sentido discutir.
¿Con quién tiene sentido discutir? Me lo pregunto hace ya años, porque no todo debe discutirse con todo el mundo. En este estado de cosas excepcionalmente amenazante y terminal, uno no debe gastar sus argumentos con cualquiera, y me estoy refiriendo a los fascistas, nazis, psicópatas, narcos