Encoge el corazón el pensar que las calles de la capital del Santo Reino , que uno personalmente encuentra especialmente bonitas en su casco antiguo, lo eran todavía más hace décadas. Sea por la incompetencia de los representantes políticos de épocas pasadas o por la falta de escrúpulos y el exceso de ambición de los constructores de aquel entonces, Jaén capital ha perdido al menos un acueducto romano , varios edificios emblemáticos como iglesias o teatros y no pocos palacios en barrios como San Juan, la Magdalena o la Merced.

Gracias al trabajo de aquellos que aman a la ciudad y su historia, todavía es posible ver cómo serían hoy en día algunos de estos rincones de la Jaén perdida. Es el caso de la plaza de Santa María y sus alrededores, de la que el profesor de Lengua y Literatu

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