La crisis desatada en el Caribe sur con la presencia de una flota de buques y helicópteros de combate estadounidenses sigue creciendo. Venezuela reforzó ayer su presencia militar en sus fronteras en respuesta a lo que considera una amenaza del gobierno de Donald Trump.

Washington mantiene desde agosto un operativo “antidrogas” con varios buques de guerra en aguas internacionales del Caribe, cerca de las costas venezolanas, y ha lanzado varios ataques contra pequeñas embarcaciones de presuntos “narcoterroristas”, con un balance de 27 muertos.

Esta semana hubo otro, aunque en este caso contra un submarino que “transportaba drogas” hacia Estados Unidos.

“Atacamos un submarino, era un submarino que transportaba drogas, construido específicamente para transportar grandes cantidades de drogas

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