Ni protocolo, ni tacones. ha demostrado una vez más que, cuando se trata de apoyar a su familia, la naturalidad y la cercanía son su mejor carta de estilo. Acostumbrada a seguir de cerca los pasos de su sobrino Pablo Urdangarin, esta vez su presencia tenía un motivo aún más especial: el joven deportista ha sido convocado por primera vez para formar parte de la selección española de balonmano, un hito que recuerda inevitablemente a su padre, Iñaki Urdangarin, quien también vistió los colores de España en su etapa profesional.

Consciente del momento tan importante que vive su sobrino, no quiso faltar a la cita. Y lo hizo fiel a su estilo práctico, relajado y sin artificios, con un look que transmite calidez, orgullo familiar y, además, una sorpresa en clave "eco-chic" con unas zapatillas

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