E l párroco de la iglesia de San Isidro Labrador, en Arteaga, Martín Hernández, se despedirá de la feligresía de la zona en este mes de octubre, con un pendiente que asegura le deja un mal sabor de boca: el municipio no ha entregado los casi 400 mil pesos prometidos para restaurar el templo, considerado un Monumento Nacional, después de seis meses de haber recaudado los fondos.
Después de nueve años y medio de servicio, el Padre Martín Hernández será trasladado a la parroquia de San Francisco en Ramos Arizpe ante una nueva propuesta de la Diócesis de Saltillo; sin embargo, se irá sin ver concluido el compromiso que la alcaldesa, Karen Sánchez Flores asumió públicamente desde mayo, en el marco de las fiestas patronales del templo.
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