Washington, 17 oct (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha convertido -durante su actual Administración- en el "constructor en jefe" de una remozada Casa Blanca, con múltiples planes de renovación que van desde remplazar baños que no le gustan o planificar un Arco del Triunfo en Washington hasta construir un gigante salón de baile financiado por magnates que han contribuido a sus campañas.

Desde su vuelta al poder en enero pasado, Trump se ha dedicado a remodelar la sede del Ejecutivo estadounidense. Un desfile de objetos chapados en oro en cada repisa, en las chimeneas, en los picaportes de las puertas y en las lámparas -casi idénticas a las de su club privado en Florida, en Mar-a-Lago- saltan a la vista en cada evento público.

"Siempre he sido un constructor y ahor

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