La noche del 31 de octubre cobra vida con calabazas encendidas, máscaras y atuendos que evocan lo sobrenatural y lo festivo. La costumbre despierta curiosidad y une generaciones.
Las calles se transforman: niños y adultos recorren barrios luciendo personajes fantásticos. A lo oscuro le suman color, creatividad y sorpresa compartida.
Cada disfraz cuenta una historia: héroes, monstruos, espíritus y personajes populares. Es una forma de expresar deseos, miedos y fantasías.
Detrás del atuendo yace una tradición ancestral. Sus raíces atraviesan culturas, creencias y cambios sociales que explican su vigencia.
La historia detrás de los disfraces en Halloween
En el siglo XX, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, los niños comenzaron a disfrazarse y a pedir dulces. Foto: P