El UEMC Baloncesto Valladolid no falló y sumó la tercera victoria de la temporada para mantener su Castillo de derrotas inmaculado. Las facilidades del rival evitaron que el segundo envite de los morados en casa fuera un partido trampa como temía su entrenador. Ni trampa ni cartón. Las diferencias entre vallisoletanos y navarros fueron inmensas hasta tal punto de convertir el partido en un tedioso entrenamiento en el que casi la única motivación para los 2.000 ‘valientes’ que se acercaron a Pisuerga para ver el duelo ante el colista, que en sus dos primeros partidos ya fue apalizado sin compasión, consistió en saber por cuanto iba a ganar su equipo y si David Barrio iba a dar minutos a los dos canteranos convocados, solo dos, Neri y Barnes al coincidir el partido con el que jugaba el filia
Sesión de baño y masaje para el UEMC Baloncesto Valladolid
