Rompí bolsa un lunes de abril a la madrugada. Era el momento de aplicar todo lo que nos habían enseñado en el curso de preparto. Pero no, nada de relajarse y tomar las cosas con calma: a los 15 minutos ya estábamos camino al hospital. Pensé quién podía estar pendiente de mi embarazo mientras todos dormían: mi mamá. Un mensaje hubiese bastado para que saliera con su auto y se plantara horas y horas en la sala de espera hasta que su nieto naciera. Pero el mensaje nunca salió. Mi mamá murió hace 14 años. Ese día fui mamá sin mi mamá.

Hay madres que no pueden, madres que no quieren, madres que están lejos, madres que están muertas. En eso pienso, de eso escribo . Por ausencia o por imposibilidad, se habla poco de lo duro que es maternar sin tu mamá.

Pienso que la madre es el supra amor. Ha

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