Miami.— La discusión sobre una justicia politizada en Estados Unidos es ya un expediente activo con efectos palpables en la vida cívica estadounidense. De acuerdo con el Miller Center , todo este desfase tiene como origen el famoso caso del Watergate (1972), cuando Richard Nixon ordenó despedir al fiscal especial Archibald Cox y detonó la Masacre del Sábado por la Noche, con renuncias en cadena en el Departamento de Justicia. En ese entonces se logró aislar a los fiscales de la Casa Blanca : el Congreso creó en 1978 la figura del fiscal independiente en la Ley de Ética en el Gobierno y, tras su expiración, el propio Departamento de Justicia la sustituyó por el régimen de “fiscal especial”.
Ese andamiaje pos-Watergate buscaba que, en la Unión Americana , las grandes cau