Comer en Cantabria no es solo cuestión de llenar el estómago. Es parte de una cultura que entiende la mesa como un espacio de encuentro, donde el producto manda y la sencillez se convierte en virtud. Si quieres conocer la región a través de su cocina, no te fíes solo de los rankings turísticos. Mejor haz lo que hacen los de aquí: buscar el sabor de siempre en los sitios de siempre.

En esta ruta te proponemos una selección de bares y restaurantes que los cántabros frecuentan de verdad. No por moda, sino porque ahí se come bien, con honestidad y con identidad.

Santander: tradición que no falla

En Santander hay muchos lugares con encanto, pero los locales suelen tener claro dónde ir cuando quieren comer como en casa. Lugares como La Bodega del Riojano , con su decoración de toneles y platos de cuchara bien ejecutados, o Las Hijas de Florencio , donde el producto de la tierra se presenta con un aire renovado, representan esa mezcla de tradición y evolución que define a la cocina cántabra de hoy. Para los más clásicos, Bar Gelín es una apuesta segura: rabas como deben ser, ambiente sin artificios y sabor auténtico.

Torrelavega: cocina con alma obrera

Lejos de clichés, Torrelavega es una ciudad con carácter y eso también se nota en la mesa. La Cruz Blanca es una referencia por su cocina de mercado y menús del día que no defraudan. Para desayunar o tomar un pincho con solera, El Refugio conserva ese ambiente de bar de siempre. Y si se trata de un cocido montañés bien servido o una carne a la brasa con fundamento, en La Casuca saben lo que hacen.

Liérganes: sabor entre montañas y piedra vieja

Este pueblo es uno de los más bonitos de Cantabria, y su cocina acompaña. Los locales suelen hablar muy bien del Restaurante El Ojo del Ábrego , un sitio donde la calidad del producto y el cuidado en los detalles hacen que cada comida se convierta en plan memorable. El entorno ayuda: piedra, río y verde en cada esquina.

Claves para comer como un cántabro (de verdad)

  • Pregunta por el plato del día , aunque no esté en la carta. Suelen ser guisos caseros o especialidades de temporada.

  • Ve entre semana si puedes: hay más sitio, menos ruido y más calma.

  • No te quedes solo en el sobao y el cocido : hay bonito del norte, alubias, pimientos, quesadas, leche frita y una despensa generosa por descubrir.

  • Reserva con antelación , especialmente si vas en verano o a sitios conocidos.