Ciudad de México.- “Me hago la mastografía cada año porque tengo quistes, no son malos, pero hay que vigilarlos”, cuenta Leticia Morales, una capitalina quien considera que realizarse este estudio una vez al año es un acto de “responsabilidad” y cariño hacia una misma.

Más que prevención, la mastografía ayuda a la detección oportuna del cáncer de mama —principal causa de muerte entre mujeres mayores de 25 años en la Ciudad de México—, lo que ayuda a dar tratamiento a tiempo y salvar vidas, coinciden expertas y ciudadanas.

Poco antes de las 8:00 de la mañana, más de una decena de mujeres de 40 años en adelante, comienzan a hacer fila para ser atendidas en una unidad móvil de la Fundación de Cáncer de Mama (FUCAM) instalada a un costado del Mercado Ajusco Montserrat conocido popularmente c

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