EL UNIVERSAL

La canonización de José Gregorio Hernández ha trascendido la esfera religiosa para convertirse en un catalizador de desarrollo económico y social para el estado Trujillo, particularmente para Isnotú, pueblo natal del “médico de los pobres”, y la cercana ciudad de Valera ha potenciado mucho más que turismo, pasando a ser una dinámica social con una atmósfera única.

La expectación en torno a la canonización se ha traducido por meses en una demanda sin precedentes de servicios y alojamiento. Alexander Valero, presidente de la Cámara de Turismo de Trujillo, ha confirmado un escenario de ocupación máxima en la totalidad de las posadas y hoteles tanto en Isnotú como en Valera. La magnitud de esta afluencia se evidencia en el hecho de que, desde hace un mes, “muchos establecimiento

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