Cuando Antonio Banderas comentó ante los periodistas, con brindis de por medio, que la razón para elegir la bodega Abadía Retuerta como lugar para la boda de su hija se debía a que era "un sitio tranquilo" , entre otras ventajas. No cabe duda que fue así, desde la antesala, con la solitaria comitiva de reporteros que se desplazó hasta Sardón de Duero para cubrir al famoseo, hasta el propio desarrollo de la ceremonia, con un ambiente íntimo maridado entre velas y copas rebosantes de vino con guiños a la provincia.

Que fuese un ambiente dominado por lo confortable no significó que no hubiese fiesta tras el «sí, quiero» entre Stella del Carmen Banderas y Álex Gruszynski . La hubo y hasta altas horas de la madrugada. Eso sí, sin Coldplay , como en un principio se rumoreó la relación

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