El silbato del árbitro marcó el inicio de una noche que promete quedar en la historia. En el Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos, Argentina pierde 1 a 0 contra Marruecos en la gran final del Mundial Sub 20 de la FIFA, un choque de estilos, de generaciones y de ilusiones.
El inicio tuvo el clima típico de una definición mundialista: nervios, estudio y una intensidad que se sintió desde el primer toque. A los 3 minutos, el corazón argentino se paralizó por un instante. Julio Soler, el lateral del Bournemouth inglés, quedó tendido en el césped tras recibir un manotazo involuntario de un rival. El golpe le provocó un leve sangrado, obligando al ingreso del cuerpo médico. Tras ser atendido, el defensor se reincorporó, arrancando el aplauso de la parcialidad albiceleste . Selección Ar