El margen de razones políticas locales, de grupo gobernante y de partido, la designación de Alejandro Encinas Rodríguez como representante de México ante la OEA hubiera tenido por ahí algunos hilitos de interpretación geopolítica que de alguna manera despertaran a la política exterior nacional del letargo en que ha estado invernando en los años de la 4T.
La configuración del pensamiento y acción política de Encinas era significativa, porque había podido mantener un discurso social de izquierda en modo de socialdemocracia radical, en tanto que la izquierda socialista ha muerto en México desde que el Partido Comunista Mexicano de Arnoldo Martínez Verdugo le regaló el registro legal a la Corriente Democrática del PRI poscardenista para fundar el PRD en modo de priismo social reciclado.
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