El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , ha vuelto a recurrir a una iniciativa simbólica para proyectar su agenda política en Bruselas. En esta ocasión, el líder socialista ha pedido poner fin al cambio de hora en la Unión Europea, alegando que es una práctica « negativa para la salud » y que ya no ofrece beneficios energéticos reales.

El anuncio llega en un momento de fuerte presión judicial y mediática sobre el Ejecutivo, lo que diversos analistas interpretan como una nueva cortina de humo con la que Moncloa busca desviar el foco de los casos de corrupción que afectan al PSOE .

La medida será presentada este lunes en el Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía (TTE) , en el que participan los ministros de los Estados miembros de la UE. Según el comunicado oficial, el Gobierno español propondrá abrir el debate para suprimir los cambios de hora estacionales a partir de 2026.

« Trastoca los ritmos biológicos »

En un mensaje difundido en redes sociales, Sánchez justificó su propuesta señalando que «no le ve sentido» al actual sistema de cambio horario y que la ciencia «demuestra que ya no genera ahorro energético» .

« La ciencia nos dice que lo único que provoca son alteraciones del sueño y del ritmo biológico », subrayó el presidente, insistiendo en que la política « debe escuchar a los ciudadanos y también a la ciencia ».

Desde La Moncloa , fuentes del Ejecutivo apuntan que « en España, el 66% de la población está a favor de eliminar los cambios de hora », citando encuestas europeas que respaldan esta posición. El comunicado recalca que la medida responde a « una política útil, cercana a la gente » y pretende trasladar a la UE un « mensaje político y europeo »:

«Europa debe escuchar a su ciudadanía y actuar con agilidad. Es hora de sincronizar Europa con la gente, no con el reloj», sostiene el documento remitido a los medios.

Competencia europea y antecedentes

El propio Gobierno reconoce que no tiene competencias para suprimir el cambio de hora por decisión unilateral, ya que esta práctica está regulada de manera coordinada a nivel europeo .

Desde 1980, la Comunidad Económica Europea estableció el cambio estacional de hora con dos objetivos: aprovechar mejor la luz solar para reducir el consumo energético y armonizar el funcionamiento del mercado común . Sin embargo, el Ejecutivo considera que esos argumentos « han quedado obsoletos medio siglo después ».

En 2018, la Comisión Europea ya propuso poner fin a los cambios de hora tras una consulta pública con 4,6 millones de participantes , de los cuales el 84% se mostró favorable a eliminar la medida. Un año más tarde, el Parlamento Europeo votó a favor (63%), pero la propuesta quedó bloqueada por falta de consenso entre los Estados miembros .

La Moncloa busca protagonismo europeo

Fuentes diplomáticas admiten que la propuesta española no tendrá efectos inmediatos , pero servirá a Sánchez para relanzar su perfil internacional y recuperar visibilidad política en el contexto europeo.

« Ahora es la oportunidad para decidir », afirman desde Presidencia, recordando que la planificación actual del calendario horario expira en 2026 , lo que abre una «ventana de oportunidad» para reabrir el debate.

Sin embargo, desde la oposición consideran que la iniciativa forma parte de la estrategia de distracción habitual del presidente. «Cada vez que un escándalo salpica al Gobierno, Sánchez aparece con una propuesta moral o simbólica», señalan fuentes del PP, en referencia a los recientes casos que implican a Begoña Gómez , José Luis Ábalos y Santos Cerdán .

Una « política útil »  con aroma electoral

Sánchez ha querido presentar esta propuesta como ejemplo de lo que denomina “política útil” , un concepto que reivindica en su discurso desde el inicio de legislatura. Sin embargo, tanto en Bruselas como en Madrid, la iniciativa se percibe como un gesto propagandístico sin efectos concretos a corto plazo.

El cambio de hora se mantiene vigente en toda la Unión Europea y solo puede eliminarse por consenso entre los Veintisiete , un escenario lejano dada la falta de acuerdo desde 2019.

Mientras tanto, la Moncloa insiste en que su objetivo es « una Europa más moderna, sincronizada con la vida cotidiana de las personas ». Pero en la práctica, el anuncio llega justo cuando el Ejecutivo enfrenta una de sus mayores crisis políticas y judiciales .