En mayo de 2016, una ama de casa de Texas llamada Candace Payne entró en una tienda departamental Kohl’s para devolver unos pantalones de yoga, e hizo una compra que cambiaría su vida.
Era una máscara de plástico de Chewbacca, que hacía ruidos como los del entrañable personaje peludo de Star Wars.
Payne hizo un video en vivo en Facebook Live, que en ese momento era una función nueva que la plataforma estaba impulsando para animar a los usuarios a compartir cosas en tiempo real. Sentada en su coche en el estacionamiento de la tienda, se carcajeaba de una manera que se podría describir como la encarnación física de la frase motivacional “ríe como si nadie estuviera mirando”.
Solo que sí había gente mirando. Mucha gente. Fue un ejemplo de monocultura de internet, unos cuantos días en los q