La amenaza contra la fiscal Margarita Haro no es un hecho aislado: es un golpe directo a la columna vertebral de la justicia peruana. Cuando una representante del Ministerio Público es intimidada por una organización criminal, el mensaje no se dirige solo a ella, sino a todos los que aún creen en la ley. En Lima Este, donde la violencia y la extorsión se han vuelto parte del paisaje cotidiano, la fiscal Haro simboliza algo que los delincuentes no soportan: la posibilidad de que el Estado los alcance.
El Ministerio Público confirmó que las amenazas provienen de la banda conocida como Los pepes de San Juan de Lurigancho, liderada por el alias “El colocho”. Buscan obligar a la fiscal a apartarse de la investigación contra Los chukys de Juan Pablo II, un grupo implicado en extorsión, armas il