En una época como la actual en la que se ha generalizado el uso del dinero electrónico y en la que algunos gobiernos regionales estudian medidas para evitar la exclusión del mercado de las generaciones más mayores, a las que cada vez se hace más difícil acceder al dinero en metálico o, simplemente, conseguir atención presencial, se entiende poco que un partido como el PSOE, con antecedentes penales por asuntos de financiación irregular -el llamado «caso Filesa»- mantuviera unas prácticas de pagos y devolución de gastos de representación tan «artesanales» como las que ha revelado las investigaciones judiciales abiertas a los ex secretarios de Organización del partido, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, así como a la mano derecha del primero, Koldo García. Más aún, cuando fueron iniciativas d

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