Armando Ortuño *
Con la elección de Rodrigo Paz Pereira como presidente, Bolivia inicia una nueva e incierta coyuntura. Finaliza un periodo de casi veinte años de hegemonía política del Movimiento al Socialismo (MAS) en un contexto económico caracterizado por una fuerte contracción de la actividad, alta inflación y significativos desequilibrios fiscales y cambiarios. El nuevo mandatario tiene el gran desafío de estabilizar la economía y construir nuevos equilibrios políticos que sostengan la gobernabilidad.
En el corto plazo, el primer reto es aliviar el desabastecimiento de gasolina y diésel que irrita a la población y está ralentizando la economía desde mediados del año pasado. El cumplimiento de esta promesa impactara en la confianza y las expectativas sociales frente al nuevo gobie