Como todos los 21 de octubre, hoy se celebra el Día Mundial del Ahorro de Energía, una iniciativa que nació en el año 2012 a instancias del Foro Energético Mundial con el objetivo de concienciar a toda la sociedad sobre la importancia de promover un consumo eficiente y sostenible.

En el caso de nuestro país, todavía tenemos mucho camino por recorrer. De hecho, según un estudio publicado a principios de año por el IESE, el 95% de las viviendas de España son ineficientes y únicamente el 5,6% cuenta con una calificación energética de A, B o C.

Si hablamos de todos los edificios existentes, el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas señala que el 79% del parque edificatorio del país cuentan con una calificación energética igual o inferior a la letra E , lo cual se traduce en una mayor necesidad de recurrir al aire acondicionado en verano y a la calefacción en invierno si queremos garantizar el confort térmico.

Etiqueta energética

La etiqueta energética resulta un indicador muy útil a la hora de intentar optimizar el consumo. Consiguiendo, de paso, un interesante ahorro económico. Como explica la OCU: «La diferencia del coste anual de una vivienda con etiqueta E respecto a una con etiqueta A es de casi 1.000 euros» .

Otra cuestión interesante del certificado es que, más allá del conocido sistema de colores y letras, también incluye un apartado de recomendaciones específicas para mejorar la eficiencia energética del edificio en cuestión.

Recomendaciones que incluyen «la envolvente (aislamiento y ventanas), las instalaciones (calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria), sistemas de automatización y control, evaluando el ahorro frente al sistema actual , el coste, los plazos de recuperación de la inversión , y la secuencia temporal recomendada para esos cambios, etc.», destalla la citada organización de consumidores.

Etiqueta energética. Certificado de energía.

Electrodomésticos

El sistema de calificación de la etiqueta energética también se aplica para los aparatos electrónicos, que suponen hasta el 40% del consumo energético de los hogares. En este sentido, lo más conveniente es apostar por electrodomésticos con etiqueta A, que son los más rentables a largo plazo por su menor gasto energético, si bien es cierto que su precio de compra suele ser más alto.

Para saber hasta qué punto compensa, podemos fijarnos en este estudio comparativo, también obra de la OCU, en el que se analizaron un total de 828 electrodomésticos pertenecientes a seis categorías diferentes. La conclusión es que se produce un « ahorro medio de 35 euros al año en la factura eléctrica si se priorizan aquellos modelos destacados por su buena calidad y alta eficiencia».

Dado que la vida media de los aparatos electrónicos puede llegar a los 10 años fácilmente, en realidad estamos hablando de 350 euros de ahorro a lo largo de todo el ciclo de vida del electrodoméstico, lo que podría compensar su posible mayor coste frente a otros modelos menos eficientes. «Claro que el ahorro final varía según el tipo de aparato: en la secadora y el frigorífico puede superar los 450 euros », advierten desde la organización de consumidores.

Termostato inteligente de energía. Imagen generada por IA.

Empresas

Las empresas son mucho más demandantes de energía que los domicilios particulares. De hecho, los hogares consumen alrededor del 25% de toda la energía de nuestro país, mientras que las actividades económicas se llevan más del 70%, según el INE.

Con la vista puesta en avanzar hacia un uso más eficiente de la energía, las compañías de gran tamaño están obligadas a realizar una auditoría energética cada cuatro años , pero cualquier entidad puede decidir de forma voluntaria someterse a este proceso de análisis de sus flujos energéticos si quiere reducir la factura.

Entre las actuaciones más recomendabas para las compañías, podemos citar la renovación de equipos y maquinaria s por otros modelos más eficientes, las mejoras en el aislamiento y la envolvente térmica de sus edificios, así como en sus sistemas de climatización y la ventilación , y la apuesta por luces led y sistemas de iluminación eficientes.

Medidas de ahorro

La Comisión Europea recomienda otra serie de medidas que podemos tomar, tanto en domicilios como en empresas, con el fin de fomentar el ahorro de energía:

  • Control de temperatura . La temperatura media de la calefacción en los hogares europeos es de 22ºC. Si se bajase el termostato sólo un grado, se reduciría el consumo de energía para calefacción en un 7%.
  • Reparar mejor que comprar. Europa también está impulsando el llamado derecho a reparar debido a que extender la vida útil de los productos reduce la factura energética.
  • Teletrabajo y transporte. Más de un tercio de los trabajos pueden realizarse desde casa. En caso de que sea imprescindible desplazarse a la oficina, lo mejor es compartir vehículo o moverse en transporte público para aminorar el consumo de energía.