El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, trazó un duro diagnóstico sobre la Argentina que, advirtió, “está luchando muy duro para sobrevivir; (...) se está muriendo”. La crudeza de las palabras del republicano obligó luego al Gobierno de Javier Milei a ensayar una suerte de traducción y reinterpretación de los dichos, que la administración libertaria enmarcó como consecuenia de la “herencia kirchnerista”.

Los dichos que Trump pronunció a última hora del domingo mientras se subía al Air Force One, pero que trascendieron ayer, fueron en respuesta a los cuestionamientos que tanto la prensa, como opositores y aliados le hacen por la ayuda financiera de US$20.000 millones de su administración para Argentina y que, según sus críticos, beneficiaría más a la gestión Milei que a Estados

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