La ciencia ha demostrado que existen plantas que pueden producir oro , aunque no en el sentido literal de fabricarlo, sino de concentrarlo en su interior. Este descubrimiento, que une biología y geología, podría transformar la minería tradicional en una práctica mucho más sostenible.

Aunque el concepto pueda parecer extraño, estas plantas que estamos por develar a continuación son capaces de absorber nanopartículas de oro presentes en el suelo y almacenarlas en sus hojas y tallos. Detrás de esta capacidad se encuentra una técnica llamada fitominería , que investiga cómo extraer metales del terreno mediante especies vegetales.

¿Qué es la fitominería y cómo funciona?

La fitominería es una técnica biológica que utiliza plantas para extraer y concentrar metales del suelo. A través de este proceso, se pueden recuperar elementos valiosos como oro , platino , paladio o níquel sin recurrir a la minería a cielo abierto.

En términos simples, las raíces de las plantas absorben pequeñas partículas metálicas disueltas en el suelo. Luego, el metal viaja por el sistema vascular y se acumula en tejidos como hojas o tallos.

Estas especies, conocidas como hiperacumuladoras , concentran cantidades anómalamente altas de metales que, posteriormente, pueden extraerse tras la incineración de la biomasa vegetal.

La fitominería no solo es útil para recuperar recursos escasos. También se estudia como herramienta para limpiar terrenos contaminados, ya que las plantas retiran metales tóxicos del suelo, transformando áreas degradadas en espacios más seguros.

¿Qué plantas pueden producir oro?

El hallazgo de que algunas plantas pueden producir oro se basa en experimentos realizados con especies como el eucalipto y la mostaza india ( Brassica juncea ). Estas plantas demuestran una sorprendente capacidad para absorber partículas de oro presentes en su entorno.

En terrenos donde la concentración del metal es demasiado baja para justificar una explotación minera, los científicos añaden agentes químicos que facilitan la disolución y absorción del oro . Una vez dentro de la planta, el metal viaja por los canales internos hasta concentrarse en las hojas.

Estudios realizados en Australia demostraron que los eucaliptos que crecen sobre yacimientos auríferos acumulan hasta 80.000 partes por billón (ppb) de oro, una cifra muy superior a la de árboles de zonas sin depósitos.

El proceso convierte a estos ejemplares en indicadores naturales de la presencia de yacimientos ocultos , ya que basta con analizar sus hojas para detectar posibles reservas subterráneas.

Los hongos también pueden producir oro

Aunque pueda sonar a ciencia ficción, un grupo de científicos de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO), con sede en Australia, dio a conocer un hallazgo clave publicado en Nature Communications . Según este estudio, un hongo llamado Fusarium oxysporum es capaz de transformar minerales en nanopartículas de oro .

El responsable del estudio, Tsing Bohu, explicó que el hongo absorbe metales como calcio, hierro y aluminio, y los convierte en oro en su superficie. Este proceso biológico demuestra que no solo las plantas, sino también algunos microorganismos, pueden desempeñar un papel importante en la recuperación de metales preciosos.

El trabajo de la CSIRO ha impulsado el desarrollo de nuevos métodos de fitominería que podrían aplicarse incluso en entornos domésticos, mediante cultivos controlados y suelos tratados con compuestos que favorecen la absorción del oro.

Aplicaciones y futuro de la minería vegetal

A pesar de que las concentraciones de oro obtenidas aún son bajas para una producción comercial, los científicos consideran que la fitominería podría tener aplicaciones muy útiles.

Una de ellas es la exploración minera ecológica, en la que los árboles actúan como sensores naturales que señalan dónde se ocultan los depósitos metálicos. Otras aplicaciones posibles son las siguientes:

  • En la práctica, analizar las hojas de ciertas plantas puede sustituir los costosos sondeos tradicionales. El método no altera el ecosistema ni requiere maquinaria pesada.
  • Puede aplicarse para recuperar metales en relaves mineros o suelos contaminados.

Además, abre posibilidades en la agrominería doméstica, donde especies como la mostaza india o el eucalipto podrían cultivarse en espacios controlados para fines experimentales o educativos.

Más allá del oro: otros metales y el potencial económico de la fitominería

Las plantas recién mencionadas son solo una parte de un campo científico mucho más amplio. Los investigadores también han identificado especies que concentran otros metales de interés económico, como níquel , cobre , zinc o manganeso.

El especialista en agrominería Antony van der Ent, de la Universidad de Queensland, ha demostrado que ciertas plantas tropicales pueden contener hasta un 25% de níquel en su savia, lo que abre la posibilidad de aprovechar su biomasa como fuente sostenible de materias primas.

En países como Malasia, ya se han realizado ensayos de «granjas de metales» que producen entre 200 y 300 kilogramos de níquel por hectárea al año. Aunque todavía es una tecnología en desarrollo, la fitominería podría convertirse en una alternativa real a la minería tradicional.