Perder la vista central implica, para millones de personas, no poder leer, escribir ni reconocer rostros. Hasta ahora, esa pérdida era irreversible. Pero un dispositivo pionero está cambiando esa historia: un implante ocular electrónico llamado Prima logró devolver la capacidad de leer a pacientes con ceguera provocada por la degeneración macular seca relacionada con la edad (DMAE) , una de las principales causas de pérdida visual en el mundo.
El chip, desarrollado por la empresa estadounidense Science Corporation , mide solo 2 milímetros por 2 milímetros y tiene la mitad del grosor de un cabello humano . Se coloca debajo de la retina —la capa sensible a la luz— y permite que las personas vean letras, números y palabras con el ojo que antes estaba completamente ciego.
Cómo