Cuando el Villarreal pensó en perderle el respeto al City, Haaland ya había aumentado su racha goleadora en este arranque de temporada. El club amarillo homenajeó en la previa a Rodrigo Hernández, que ya está en el paseo de la fama de La Cerámica y recibió la insignia de oro y brillantes del club. Pero cuando el balón empezó a rodar, los de Marcelino parecieron seguir con el homenaje, porque durante demasiados minutos no se atrevieron a hacer daño al City, que sumaba pases y pases en un rondo infinito mientras Marcelino acumulaba dos líneas de cuatro en la frontal del área propia intentando achicar espacios.
Una alfombra roja que los «citizens» no tardaron en aprovechar. Tocaban y tocaban, en campo contrario, muy cómodos, hasta que Savinho detectó un desmarque por dentro de Rico Lewis, qu