Una demanda de 10 millones de dólares ha sido presentada contra el Coconut Grove Sailing Club y tres de sus consejeros, luego de que una niña de 11 años resultara gravemente herida durante un campamento de vela en Miami. El caso ha encendido el debate sobre la seguridad en las actividades recreativas infantiles y la responsabilidad de las instituciones que las organizan.
Acusaciones de negligencia y falta de control
Los padres de la niña alegan que el accidente fue consecuencia de una falta de supervisión y protocolos de seguridad por parte del club y sus responsables. Sostienen que los organizadores no establecieron una distancia segura entre las embarcaciones motorizadas y los niños en el agua, y que el entrenador que conducía la lancha carecía de la formación necesaria para manejarla