La situación judicial de Álvaro Uribe ha cambiado radicalmente en tres peses. El Tribunal Superior de Bogotá absolvió al hombre que gobernó Colombia con mano de hierro entre 2002 y 2010 de los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal. Para el expresidente ya es historia la condena a 12 años de prisión domiciliaria que le había impuesto la jueza Sandra Heredia en julio pasado. Aquel dictamen había sido calificado de histórico por los organismos defensores de los derechos humanos. Uribe y toda la derecha detrás suyo hablaron entonces de una venganza política contra un inocente. Los abogados del mandatario y la misma Procuraduría apelaron la decisión adoptada por Heredia y un tribunal de segunda instancia decidió darles la razón. Contra lo fundamentado por Heredia, con lujo

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