En las sombras de la política migratoria de Donald Trump, el amor se convierte en un lujo precario. Julie Moreno, una neoyorquina de 47 años, regresó sola de México el 7 de octubre. Había estado con su esposo, Neftalí Juárez, de 45, pero no fueron de vacaciones.

Redacción LTH

Todo lo contrario, él se quedó allá porque había optado por la autodeportación antes que arriesgarse a caer en las garras de los agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y tener que pasar meses encarcelado, antes de ser deportado.

Casados desde 2011, una ciudadana estadounidense y un inmigrante indocumentado, representan a 1.4 millones de parejas mixtas que viven bajo la amenaza constante de separación. En esta segunda era Trump, ni el vínculo matrimonial con un compatriota salva al inmigrante de la deport

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