Saludar a tu mascota con alegría y felicidad, después de un largo día fuera de casa, puede convertirse en el mejor momento para ambos. Sin embargo, y de acuerdo con el adiestrador canino Alan Peiró , esta acción debe realizarse con una actitud totalmente contraria: desde la calma .
Según Peiró , el error más común es entrar en casa con euforia , hablarle en tono alto o abrazar al perro de inmediato . Estos gestos, aunque bienintencionados, pueden generar estrés o confusión . Peiró explica que la clave está en mantener la calma y permitir que el saludo se produzca de manera natural, sin invadir el espacio del animal.
La calma como punto de partida
De acuerdo con Peiró, el saludo debe realizarse desde un estado de tranquilidad tanto por parte del dueño como del per