Un saludo interpretado de forma incorrecta terminó con la empresa despidiendo al trabajador y un posterior juicio laboral. " Buenos días " fue lo que le dijo el almacenista galés de 57 años, Karl Davies, a su compañero cuando se encontraron en una de las partes de la fábrica.

Todo sucedió el pasado 13 de agosto de 2024 en una planta de fabricación de comidas preparadas Oscar Mayer, en la ciudad galesa de Wrexham. Mientras Davies escuchaba música saludó, imitando el acento irlandés, a su gerente Scott Millwar . Sin embargo, el jefe lo consideró un acoso racial ya que iba acompañado de un auditor externo pelirrojo , presuntamente de origen irlandés, según ha publicado el medio ITV News.

Ante esta interpretación, lo denunció ante los responsables de la empresa. El juez Vicent Ryan

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