Del gran Beto Ávila, primer mexicano que jugó en una Serie Mundial, a Alejandro Kirk, que será el número 18, hay mucha historia escrita.

Kirk, receptor estelar de los Azulejos de Toronto, será el abanderado tricolor en el Clásico de Otoño que arranca el viernes, y estará, podría decirse, cerca de casa en la mitad de la Serie, cuando visiten a los Dodgers en Los Ángeles. Cada que juega en Dodger Stadium van grandes grupos desde Tijuana, ciudad natal de Alejandro. Seguramente ocurrirá ahora.

Kirk es una de las joyas que se pulieron y se establecieron en la Gran Carpa, haciéndolo sin casi nada de ruido, ganándose respeto de propios y extraños por sus aportaciones detrás del plato y también al pararse a batear.

De los 18 mexicanos que han desfilado por el gran escenario de la Serie Mundial,

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